Te has encontrado alguna vez en algún lugar repleto de personas y alguien pronuncia tu nombre, no importa cómo te llames cuando alguien dice tu nombre tu instinto es buscar quien te está llamando y de repente te das cuenta que no era a ti sino que hay muchas más personas que tienen tu nombre e instintivamente todas buscan de donde sale la voz que decía su nombre.
Todos fuimos llamados por un nombre desde nuestro nacimiento, este nombre nos identifica como personas. En tiempos antiguos el nombre era algo más que una identificación, era una descripción o identidad que nos pertenecía desde que nacíamos. La Biblia nos da muchos ejemplos de personas llamadas por su nombre por sucesos que acontecían antes o durante sus nacimientos. Un ejemplo de esto es el nombre de Jabes. Cuando este nació su madre le puso su nombre porque en gran dolor lo había tenido. No sabemos que estaba pasando en su vida cuando escogió ese nombre para él, pero no solo lo escogió también lo marco para toda su vida.
La biblia dice que nuestro Dios nos puso nuestro nombre antes que naciéramos. Te llamas cómo te llamas no porque tu mamá o papá te pusieron tu nombre o porque es un invento o cruce de nombres. Te llamas así por que a Dios le plació llamarte así.
La biblia señala que desde antes que nacieras Dios te escogió, te puso nombre tu le perteneces. Eres su creación. Te toca a ti descubrir que significa tu nombre y que Dios ha dispuesto para ti. No te preocupes si el significado de tu nombre no es tan agradable recuerdas que al principio te hable de Jabes, su nombre significa dolor, el lo sabia pero rechazaba tener una vida llena de dolor donde no pudiera realizarse como el anhelaba. Jabes cambio su futuro el hizo una oración a Dios pidiéndole que ensanchara su territorio, que le bendijera y Dios contesto su oración.
Todos podemos cambiar nuestro futuro. Dios quiere que te sobrepongas a todo. No importa por lo que estés pasando hoy Dios te está llamando por tu nombre ¿Lo escuchas? ¿Oyes su voz? ¿Te estás dando la vuelta para ver quién te llama?
Hoy es el día, ahora es el momento para mirar quien te está llamando por tu nombre. Dios te ama y solo quiere bendecirte, quiere que le busques y que oigas su voz.
¿Estás dispuesto a escuchar cuando Dios te llama por tu nombre?
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