Quizá estos días has estado enfrentando muchos obstáculos, quizá en algún momento has pensando hasta en desistir de este camino. Ha habido pensamientos en tu mente sobre regresar a tu antigua vida, esa vida que realmente no era vida y que solo te traía más tristezas. Las presiones de la vida te han querido ganar la partida, pero ¡Vamos!, tú no eres de los que retroceden, tú no eres de los que se dan por vencidos, tú eres de los que avanzan pese a cualquier obstáculo porque el victorioso vive en ti.
Hoy quiero animarte a que sigas adelante, a que si has tropezado a consecuencia de los obstáculos que existen en el camino puedas levantarte y seguir caminando, no te detengas, no desistas, no te rindas, tu eres más que vencedor en Cristo, y junto al Señor avanzarás y obtendrás la victoria.
No permitas que los obstáculos en el camino definan tu destino, al contrario has de cada obstáculo un taller de enseñanza para usarlo a favor y para ayuda de muchos otros, que los obstáculos lejos de desanimarte fortalezcan tu fe, que lejos de hacer rendirte te hagan más fuertes, porque tu has sido llamado para grandes cosas y si Dios está contigo, ¿Quien contra ti? (Romanos 8:31).
¡Vamos! ¡No te rindas!
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