A veces no entiendo como suceden las cosas, pensamos estar en un terrible problema y de pronto desaparece tan rápido.
Eso pasa cuando ponemos nuestras pequeñas situaciones como gigantes problemas, nos desesperamos y nos esforzamos en encontrar la salida.
Si tan solo nos calmáramos seria todo más rápido, solo tenemos que ver las cosas como son, sin exagerar las circunstancias.
En la vida todo tiene solución menos la muerte, basta con analizar bien la situación y ver el lado positivo de las cosas.
Con tiempo y calma todo se resuelve.
A veces hay que enfrentarse a los problemas y otras veces es necesario que se arreglen por si solas.
Y si confiáramos más en Dios y le damos nuestros problemas, todo sería más sencillo porque no hay nada que Él no pueda resolver.
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