Un día, Un ciego Al oír que Jesús estaba pasando,
comenzó a gritar: “Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí.”
Trataron de callarlo, pero sólo gritaba más fuerte.
Jesús se detuvo y Le preguntó:
“¿Qué quieres que te haga?”
Parece raro, ¿verdad?
¿Qué otra cosa pudiera querer un ciego
sino recobrar la vista?
Pero Jesús quería que lo expresara.
El ciego dijo: “Señor, quiero ver.”
Jesús le dijo: “Recíbela. Tu fe te ha sanado"
Lucas 18:35-43.
Es necesario que el hombre verbalice lo que necesita.
Nombrar las dificultades es el inicio de la superación de éstas.
Bartimeo (EL CIEGO), sabe lo que necesita. No duda. "Señor quiero ver".
Cristo siempre querrá abrir los ojos de un ciego que quiere ver.
No hay ciego más ciego
que aquel que no quiere ver sus faltas.
No hay sordo más sordo
que aquel que no quiere oír lo que no le gusta.
No hay incrédulo más incrédulo
que aquel que rehúsa creer.
En esta dia,
es mi oración pedirle al Dios de los cielos
que nos ayude a tener una visión celestial
y que estemos dispuestas
a corregir nuestros errores,
a enmendar nuestros caminos
y ser guiadas por aquel
que nos llevará por sendas de paz y de bondad.
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