Mi alma tiene sed de Ti, todo mi ser te anhela, cual tierra seca, extenuada y sedienta. Salmos 63:1
Dios nos creo para adorarle, hay una parte en nuestro ser que solo se puede saciar, en la presencia de Dios.
Podemos intentar llenarlo con todo lo que el mundo ofrece, reconocimiento, fama, dinero, cosas materiales, y al final terminaremos, desilusionados, pretendiendo ser felices, al buscar llenar ese espacio que solo le pertenece a Dios.
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