"La mayor parte de la vida de Jesús permaneció oculta. Jesús vivió con sus padres en Nazareth, "sujeto a ellos", y mientras tanto "progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres". Cuando pensamos en Jesús, pensamos sobre todo en sus palabras y en sus milagros, su pasión, muerte y resurrección, pero nunca debemos olvidar que antes de eso Jesús vivió una vida simple, oculta en un pequeño pueblo, lejos de los grandes del mundo, de las grandes ciudades y de los grandes acontecimientos. La vida oculta de Jesús es muy importante en nuestro propio viaje espiritual. Si queremos seguir a Jesús en palabras y en los hechos, al servicio de su Reino, antes que nada debemos luchar por seguir a Jesús en su vida simple, nada espectacular y muy común, su vida oculta.
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