Confiar en mi Señor produce paz a mi alma y a mi espíritu en medio de cualquier plan que se pueda elaborar en contra de mi persona o de los míos. Tenga Dios misericordia de aquellos que, menospreciando el poder de Dios y el celo por sus hijos, se atreven a hacerle la guerra persiguiendo a sus pequeñitos. No es nuestra la guerra, sino de Dios; Él pelea por nosotros. Por lo tanto, permanecemos al margen de la batalla entre la Luz y las tinieblas sabiendo que Jesucristo es el Victorioso y nosotros más que vencedores por medio de Aquél que nos ama como nadie. "Huye el impío sin que nadie lo persiga, mas el justo está CONFIADO como un león" (Proverbios 28:1)
lunes, 19 de mayo de 2014
Confiar en mi Señor...
Confiar en mi Señor produce paz a mi alma y a mi espíritu en medio de cualquier plan que se pueda elaborar en contra de mi persona o de los míos. Tenga Dios misericordia de aquellos que, menospreciando el poder de Dios y el celo por sus hijos, se atreven a hacerle la guerra persiguiendo a sus pequeñitos. No es nuestra la guerra, sino de Dios; Él pelea por nosotros. Por lo tanto, permanecemos al margen de la batalla entre la Luz y las tinieblas sabiendo que Jesucristo es el Victorioso y nosotros más que vencedores por medio de Aquél que nos ama como nadie. "Huye el impío sin que nadie lo persiga, mas el justo está CONFIADO como un león" (Proverbios 28:1)
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